En noviembre se inició un conjunto de acciones para la restauración de las esculturas de los esmilodontes del imponente acceso principal del edificio, obra del escultor veneciano Víctor de Pol.

El equipo de trabajo, conformado por las restauradoras Marina Gury y Rosana Lofeudo, iniciaron las tareas de relevamiento y toma de muestras para detectar las alteraciones presentes en ambas esculturas, y diagnosticar las causas de su deterioro para avanzar con las intervenciones necesarias que contemplen además contemplen las medidas destinadas a limitar futuros daños.

Se consideraron los análisis del entorno y el clima dominante, la existencia de medios contaminantes, presencia de biofilms y de los morteros, especialmente analizados en el Laboratorio de Entrenamiento Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica (LEMIT-CIC-PBA), en el marco del Acuerdo de Colaboración firmado entre el Museo y dicha institución.

La restauración abarca varias operaciones, variando su orden según el estado de deterioro. Se inició con la limpieza de residuos dañinos, tanto solubles como insolubles a través de sistemas mecánicos, acuosos y químicos.

La tarea más ardua fue retirar de la superficie de los esmilodontes, los agentes del avanzado deterioro biológico, a través de biocidas aplicados localmente con papetas y geles preparados especialmente a tal fin. Las microfisuras se sellaron con materiales inocuos y compatibles de composición similar al original. El mismo criterio se utilizó en la restauración de los colmillos y el completamiento de faltantes.

Durante los primeros días del 2022, las restauradoras platenses trabajarán en el basamento pétreo y sobre ambas esculturas, aplicando un tratamiento hidrorrepelente para que cambie el ángulo de contacto del agua con la superficie y resbale, en vez de depositarse sobre la superficie. De este modo se evitará que se propaguen las colonias de líquenes y musgos a corto y mediano plazo.

Equipo de trabajo: Marina Gury, Rosana Lofeudo, Emma Ledesma y Bruno Ferrioli.

Ellos agradecen especialmente el aporte de los ingenieros Luis Traversa y Silvia Zicarelli y los Licenciados Alejandro Ribot y Marcos Panei del LEMIT.