El complejo volcánico de Cerro Blanco está ubicado en el sur del altiplano andino -departamento Antofagasta de la Sierra, Catamarca- y entró en erupción hace 4.200 años antes del presente, y constituye el mayor episodio eruptivo a la fecha. Produjo extensos depósitos de ceniza volcánica, aún reconocibles en una amplia zona del noroeste argentino, de los cuales se conocía su existencia pero no su origen.
Esta erupción fue de carácter explosivo y las cenizas quedaron esparcidas en un área de unos 500.000 km². De hecho, cerca de la población de Santiago del Estero, a 400 kilómetros de distancia del volcán, se encontraron cenizas procedentes de esta erupción. Además, los flujos piroclásticos que se produjeron rellenaron los valles fluviales colindantes con potentes depósitos de ignimbritas, llegando a una distancia de unos 35 kilómetros al sur de Cerro Blanco. El vaciado de la cámara magmática ocasionado por esta erupción provocó el colapso posterior del edificio volcánico formando una compleja caldera volcánica.
El volumen de ceniza depositado fue de más de 170 km³, lo que permite estimar que la erupción de Cerro Blanco tuvo un Índice de Explosividad Volcánica (VEI) de 7. Por lo tanto, puede ser considerada, a nivel mundial, como uno de los eventos volcánicos más grandes registrados durante los últimos 10.000 años, similar a la ocurrida en la isla de Santorini que supuso el fin de la civilización Minoica, aproximadamente 3600 años atrás, y con un volumen de magma que duplicó al de la erupción del volcán Tambora, ocurrida en el año 1815, al que se lo considera responsable del enfriamiento de las temperaturas globales.
El resultado de las investigaciones en el Cerro Blanco cambia el modelo que se tenía del vulcanismo activo en la zona andina. Además, ofrece un excelente nivel guía temporal para el estudio de muchas características geológicas, arqueológicas y paleoclimáticas, entre otras, ocurridas alrededor del Holoceno medio en una amplia área geográfica de América del Sur.
Fernández Turiel es Doctor en Ciencias Geológicas por la Universidad de Barcelona y MBA por la Universitat Pompeu Fabra-IDEC. Recibió el Premio Extraordinario de Licenciatura de la Universidad de Barcelona. Actualmente es Investigador Científico del CSIC y Responsable Científico del Laboratorio de Geoquímica Elemental e Isotópica labGEOTOP en el Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA-CSIC). Su especialidad es la movilidad de elementos trazas y modelado de sus balances de masas en procesos naturales y antropogénicos. Su investigación se centra en el impacto del volcanismo holoceno y, particularmente, sobre la ceniza generada en las erupciones volcánicas explosivas.
El Doctor Turiel fue Vicedirector y Director del ICTJA-CSIC, entre otros cargos. Ha dirigido y participado en proyectos de investigación europeos, americanos y españoles sobre cambios ambientales en el registro geológico, geología ambiental, gestión de calidad del agua, gestión de suelos contaminados, manejo responsable de recursos geológicos y riesgos geoquímicos de cenizas volcánicas. Ha publicado más de 200 artículos en revistas científicas y capítulos de libros.
La conferencia organizada por la División de Arqueología del Museo de La Plata y la cátedra de Métodos y Técnicas de la Investigación Arqueológica es libre, gratuita y sin inscripción previa.
01/09/2019